Nuestra asociación,
fue una de las primeras entidades que ofrecieron una alternativa a los
adolescentes internos en grandes residencias en la década de los ochenta. Se
comenzó a diseñar programas residenciales en pequeños pisos, con grupos de
siete u ocho menores, acompañados por profesionales para desarrollar programas
educativos individuales fomentando la adquisición de habilidades sociales y
personales, la formación, la capacitación
profesional y la preparación para su vida de forma autónoma en su mayoría de
edad.
Después
de 25 años, más de trescientos adolescentes que han pasado por nuestros pisos son
ahora adultos con un proyecto desarrollado de vida, indicador fundamental de su éxito y de nuestro empeño
en la superación de las barreras que les supone, el hecho de haber sido
menores tutelados y/o guardados por la administración pública.
No
podemos negar que la intervención socio educativa de la vida cotidiana es dura
y difícil y más, si sumamos las dificultades de su situación en una etapa de su
vida, la adolescencia, que produce en nuestros chavales, diferentes episodios
de riesgo. Por ello, la recompensa, cuando pasados los años, comprobamos la
autonomía e independencia de los antiguos adolescentes, ahora adultos, es mucho
más grande y gratificante.
No
podemos obviar, que algunos de ellos, desgraciadamente, envueltos en una
espiral de riesgos, se han quedado por el camino.
En el
marco de la transformación social, como los cambios en la ciudadanía, el perfil
de los adolescentes de nuestros recursos se ha ido transformando de acuerdo a
los movimientos migratorios. En el inicio de nuestra actividad, la población
era completamente española. Poco a poco, la nacionalidad se iba convirtiendo en
multicultural, siendo muchos de ellos, menores no acompañados. Este nuevo
perfil provocó añadir una nueva problemática, la gestión de su documentación
para poder regularizar su situación y seguir con el proyecto de autonomía e
independencia.
Todas
estas barreras, han hecho de nuestros adolescentes, personas con capacidades de
superación y resolución de conflictos y problemas cotidianos.
No
podemos olvidar mencionar el buen trabajo de todos los profesionales que
trabajan en nuestros pisos, personas formadas y comprometidas por desarrollar
el proyecto educativo con cada uno de los adolescentes, distinto para cada
perfil, de acuerdo con sus necesidades y buscando nuevas estrategias de
intervención educativa. Ellos, son también los protagonistas de nuestro éxito.
La
especialización de nuestra entidad en la protección de menores, ha tenido como
consecuencia que gestionemos programas de cooperación internacional fortaleciendo
a las administraciones de países en vías de desarrollo en sus políticas de
atención y protección a la infancia a través de recursos residenciales y en el
apoyo de programas de prevención de situaciones de riesgo y vulnerabilidad.
La Junta Directiva.
Asociación para la Integración del Menor PAIDEIA - Paidea ONG